sábado, 9 de enero de 2016

MODELO ASOCIATIVO: UNA ESTRATEGIA DE DESARROLLO RURAL


En la coyuntura histórica en que se encuentra el país, el campo debe ser una prioridad, se debe generar una intervención rural que logre que mujeres y hombres puedan tener ingresos dignos, mediante el desarrollo de sus capacidades, se debe trabajar en su vinculación al mercado real de manera justa e incluyente.

El Estado requiere implementar estrategias claras de desarrollo empresarial de las actividades agropecuarias, estrategias que potencialicen el capital social, la responsabilidad ambiental, el desarrollo de agro negocios sostenibles y se generen fuentes de financiación; estos esfuerzos integrales para el campo se deben realizar a través de la potencialización de los modelos asociativos, porque los campesinos obtienen economías de escala, se adquiere mayor poder de negociación y se desarrolla tejido social, una necesidad tan sentida en comunidades como las nuestras, que han sido fuertemente golpeadas por el conflicto.

Debemos dejar de pensar en intervenciones asistencialistas para nuestro campo colombiano, porque no promueve el desarrollo real del sector, las intervenciones asistencialistas son solo un pañito de agua tibia para paliar mínimamente las grandes necesidades y falencias de nuestros campesinos, el asistencialismo perpetúa el sistema de explotación de los hombres y mujeres que cada día trabajan nuestras tierras.

Hay que trabajar bajo un modelo asociativo, que cuente con la participación de un profesional social que se encargue de generar vínculos fuertes en las asociaciones, de formar a los productores en gerentes de sus propios negocios, es decir, que logre la empresarización de cada unidad productiva; se requiere Asistencia Técnica (AT) participativa, con profesionales que les enseñen a los productores la aplicación de los nuevos paquetes tecnológicos, hay que cerrarle las puertas a la A.T. mediocre, en la que el profesional “ojea” el cultivo y genera un record, eso no ha dado resultados, no podemos perpetuar la limitación de información hacia el campo, la intervención rural debe generar conocimiento en nuestro campesinado. 

Para los pequeños productores es muy difícil acceder a financiación, y es por ello que debemos apuntarle a generar fondos rotatorios al interior de las asociaciones, como un mecanismo para la adquisición de capital de trabajo para desarrollar y/o consolidar su actividad productiva, con ello estaremos estimulando a los productores a generar sus propias fuentes de financiación, que serán de fácil acceso y sobre todo de bajo costo, estaremos incentivando la cultura del ahorro, capitalizando las asociaciones campesinas para que crezcan y se consoliden y sobre todo motivándolos al mismo tiempo a que forjen soluciones concretas y efectivas a sus necesidades.  

Bajo este esquema de intervención rural se han alcanzado logros interesantes a nivel nacional a lo largo de estos años de implementación, a corte 2014 se han desarrollado alrededor de 800 proyectos productivos, en los cuales el sector privado aportó $29.000 millones de pesos, cooperación internacional se vinculó con $35.000 millones de pesos, participaron 31 gobernaciones con $40.000 millones de pesos, las alcaldías aportaron $16.300 millones de pesos y se cuenta con más de $32.000 millones de pesos en retornos a los fondos rotatorios, las familias han aumentado sus ingresos por encima de los dos smmlv y los proyectos en general cuentan con tasas de retorno entre el 25% y 30%.

En el Departamento del Meta, en menos de 10 años de implementación y con tan solo 40 proyectos, hemos impactado alrededor de 1500 familias, es decir alrededor de 6000 campesinos, generando ventas promedio anuales de $10.000 millones de pesos y un capital de $ 5.800 millones de pesos para la constitución de fondos rotatorios de las asociaciones.

A este Modelo de base asociativa es al que debemos apuntarle en mayor proporción en nuestra región porque podremos desarrollar de manera integral el campo y construiremos las bases para hacer de los pequeños productores rurales realmente  empresarios del campo, con las herramientas necesarias para sacar avante los procesos de producción agro industrial y encaminarse a la senda de la competitividad empresarial regional.

Carol Paulin Mora Vergel
Coordinadora General OGR
Proyectos de Apoyo a alianzas productivas

Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural

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