lunes, 3 de octubre de 2016

REFLEXIONES DE UN DÍA HISTÓRICO EN COLOMBIA…

Colombia acudió a definir la suerte del plebiscito que aprobaría sí o no los acuerdos de la Habana, una jornada marcada por un alto abstencionismo, sin embargo se superó la meta del 13%, y de 34.899.975 ciudadanos aptos para sufragar se contabilizaron 13.066.047 de electores, es decir un poco más del 18% acudieron a las urnas. Al final fue un cabeza a cabeza y la diferencia fue estrecha.

Este resultado es una clara lección de la ciudadanía al gobierno nacional y a los territoriales, considerado además de un voto de rechazo a lo pactado con las Farc,  un voto de castigo al mal gobierno. El inconformismo por la exclusión y la falta de atención a los principales problemas de la sociedad.

Que pasó en el departamento del  Meta?

Primero hay que destacar el comportamiento de los electores porque  307.243 metenses cumplieron su sagrado compromiso con la democracia regional, quienes acudieron con evidente civismo, se impuso el buen comportamiento, un desempeño ejemplar. Segundo, reconocer a la fuerza pública que garantizó la salvaguarda de todo el proceso y generó un clima de orden. Tercero, reconocer y felicitar a los funcionarios de la Registraduría Nacional de Estado Civil, porque se demostró transparencia, muchos tenían temor y prevenciones por la manipulación de los resultados, salió gananciosa esta entidad.

Lectura de resultados

Desde la óptica territorial en el departamento del Meta,  ganó el pulso con evidente contundencia los promotores del NO, el Centro Democrático en cabeza de la senadora Nohora Tovar Rey  ratifica que sin maquinaria es la fuerza electoral de mayor aceptación, mostró su disciplina con una respuesta de las bases muy alta. Perdió el exgobernador y director de la Unidad de Víctimas Alan Jara, quien con  incalculable base de datos a su favor y los recursos de reparación no logró convencer ni siquiera a las víctimas,  perdió la gobernadora Marcela Amaya y su equipo político que solo logró resultados favorables  en 9 de 29 municipios, es decir perdió en 20, a pesar de las promesas de oportunidades y los recursos que seguramente se dispusieron,  perdió estruendosamente  el representante Angello Villamil, que no logró  demostrar un liderazgo propio, también la representante Lucy Contento que no se vio por ningún lado, otra damnificada fue la senadora Maritza Martínez a quien la vimos en la región motivando a sus electores, perdieron los alcaldes que a pesar de sus manifestaciones, eventos y promesas de beneficios a los ciudadanos si ganaba el plebiscito no conquistaron su electorado,  perdió los contratistas que soñaban con las bondades presupuestales del postconflicto, perdieron varios medios de comunicación que con una a marcada inclinación trataron de distraer a la opinión pública y perdieron aquellos que se enfurecieron porque  ganó el No.

Al final triunfó un voto soberano, independiente, ganaron las razones de reclamo de los diversos sectores de la sociedad que fueron excluidos en la deliberación por el futuro social, económico, ambiental y político del país, y que nunca estuvo de acuerdo con las concesiones a las Farc.

Lo que viene…

No hay mal que por bien no venga, los resultados del plebiscito permitirá sentar con un mismo propósito a los sectores políticos distanciados del proceso como el caso del Centro Democrático en cabeza del senador Álvaro Uribe, quien dejó en claro, que su posición no es pretender acabar con el acuerdo, sino hacerlo participativo, justo, duradero y transparente  para alcanzar responsablemente un gran acuerdo nacional incluidas  las Farc, seguramente desleír la polarización.  Ahora las Farc deberán demostrar si tienen la verdadera voluntad de paz y si le han hablado con la verdad al país y al mundo.


Redacción Revista Oro Oro  

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